viernes, 14 de diciembre de 2012

La ardilla roja


Para una vez que saco una foto medio decente de una ardilla en el Jardín Botánico-Histórico La Concepción (Málaga), debía aprovechar y escribir algo sobre estos roedores.

La ardilla roja o común, Sciurus vulgaris, es un mamífero de unos 19-28 cm, con un pelaje de color rojizo, con 4 dedos en las patas anteriores y 5 en las posteriores, una cola en forma de penacho de unos 14-25 cm, que se cree que les permite equilibrar y dirigir el salto de árbol en árbol, así como mantener al animal caliente mientras duerme.

La ardilla roja es un animal diurno que se alimentan de frutos, semillas, cortezas, insectos, huevos, e incluso pueden llegar a alimentarse de pequeñas aves.

Como muchos otros mamíferos, las ardillas almacenan alimentos durante los periodos de abundancia para tener de lo que alimentarse durante el invierno. Los almacenes que utilizan son generalmente huecos en árboles, o entre rocas, que dejan marcados con su olor para poder localizar estos almacenes en el futuro.

En el caso de no lograr encontrar alguno de estos almacenes, se da la posibilidad de que algunas semillas escondidas lleguen a germinar, convirtiendo de esta forma a la ardilla en una involuntaria propagadora de semillas.

Difícilmente vamos a poder distinguir a un macho de una hembra que nos crucemos por el campo, pues no presentan dimorfismo sexual. Pero esto no es un problema para ellos, que reconocen a las hembras por su olor, especialmente cuando están preparadas para la copula, dos veces al año, a finales de invierno y en verano, generalmente a partir del segundo año de vida de la hembra. De este modo se producen anualmente dos camadas que suelen rondar las 4 crías cada una.

La ardilla roja es la más extendida por los bosques de Europa, lo que me lleva a querer hablaros de cierto dicho: “Antaño una ardilla podía atravesar la península ibérica, saltando de árbol en árbol”, frase que se aplica como diciendo que España en el pasado hubiera sido un bosque frondoso de una punta a otra, lo cual no

La península ibérica nunca ha sido un bosque frondoso de una punta a otra, ni lo podría ser independientemente de la acción humana. A lo largo de nuestra península podemos observar como varían muchos factores que influyen en la vegetación, como son el relieve, clima, latitud, tipo de suelo, lo que propicia que la península ibérica cuente con una vegetación muy variada, dando comunidades vegetales muy distintas que en la mayoría de los casos no llegan a alcanzar el estado de bosque cerrado necesario para que nuestras amigas, las ardillas rojas, pudieran haber viajado de una punta a otra de la península saltando de árbol en árbol.

Pensemos que en el clima mediterraneo, que afecta a buena parte del país, lo característico es la combinación de zonas arboladas con terrenos despejados, y que no es posible que en ellos se forme un bosque cerrado aunque muchos otros factores lo propiciase, pues son propensos a los incendios naturales lo que detienen la sucesión vegetal mucho antes de llegar a dicho punto.

Pensemos además en la abundancia de otras especies animales en la península, que requieren de amplios espacios abiertos, como por ejemplo las zancudas, las rapaces, las aves esteparias, y como no, los conejos. El hecho de que en España tengamos especies endémicas especializadas en la caza del conejo, como es el lince ibérico, es una prueba de que en el pasado el número de conejos en España tuvo que ser muchísimo mayor que actualmente, y con ello la cantidad de espacios abiertos que estos debieron necesitar para vivir tuvo que ser elevada.

Entonces, ¿Cómo ha llegado la ardilla de la foto al botánico de La Concepción? Bueno, esta ardilla en concreto debe ser descendiente de aquellas que fueron introducidas por el hombre en el Parque Natural de los Montes de Málaga, tras su repoblación en los años setenta, utilizando ejemplares de Cazorla y Ávila.

Pero ¿cómo llegaron las que hubo en los Montes de Málaga antes de que hubiera que repoblar? Pues es más que probable que tuvieran que pisar tierra en más de un momento.

1 comentario:

  1. Hay quien dice que algunos ejemplares de otras especies las trajeron en helicóptero. Ya, algo inverosímil, un cuento que nos contaron el otro día mientras dábamos un paseo, que parece ser mucha gente creyó. La pregunta es ¿el público tienen tan poca capacidad de reflexión, de crítica?.

    Aprovecho para desearte Felices Fiestas y un estupendo Año 2013. Clotilde.

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